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Nunca podrás poseer kilos, grados, kilómetros o bitcoin: Una reflexión sobre la verdadera naturaleza de los UTXOs en Bitcoin
Nunca podrás poseer kilos, grados, kilómetros o bitcoin: Una reflexión sobre la verdadera naturaleza de los UTXOs en Bitcoin

    Por: Adrián Bernabéu Autor de Bitcoinismo: la era de la riqueza inconfiscable (Deusto, 2024)

    Resumen

    El presente artículo aborda una interpretación errónea común sobre la naturaleza de Bitcoin: la confusión de que se trata de una moneda que se puede "poseer", en lugar de una unidad de cuenta. A partir de la comparación con unidades de medida como los kilos, litros, kilómetros o grados, se argumenta que bitcoin, en su esencia, no es el activo a poseer realmente, sino la unidad abstracta de cuantificación. En su lugar, lo que realmente se posee son UTXOs (Unspent Transaction Outputs) en la cadena de bloques de Bitcoin, aquello que efectivamente es transaccionable y representa un valor específico, rastreable y controlable a través de claves privadas. Esta nueva perspectiva permite entender con mayor precisión el funcionamiento interno del protocolo y el potencial de Bitcoin como sistema de propiedad soberana.

    Introducción

    En el lenguaje común, es frecuente escuchar expresiones como “tengo 1 bitcoin”, del mismo modo que uno podría decir “tengo un kilo” o “hace 30 grados”. Sin embargo, estas afirmaciones, si bien prácticas, no son técnicamente precisas. En física, no se posee "un kilo", sino que se mide el peso de un objeto concreto que tiene una determinada magnitud. De igual manera, no se puede tener un "kilómetro", sino que un determinado terreno concreto se puede medir en dicha unidad de cuenta para conocer más detalles de este.

    Cada bitcoin o sus fracciones en satoshis comparten esta lógica. La red no almacena bitcoin o satoshis como objetos físicos o digitales que se puedan poseer, sino registros de valor expresados en una unidad llamada bitcoin. Lo que realmente se controla en Bitcoin son los UTXOs: salidas de transacciones no gastadas que están asociadas a claves privadas (Narayanan et al., 2016). De este modo, cada bitcoin cumple el papel de unidad de cuenta: no es lo que se posee, sino la forma en que se mide lo que se posee.

    La confusión entre la medida y el objeto

    La raíz del malentendido radica en que las personas tienden a cosificar las unidades de medida. Es decir, a pensar en ellas como si fueran objetos. Esta ilusión semántica también ocurre en economía, cuando se cree que el dinero es una "cosa" que se posee, y no una forma de registrar relaciones de valor y propiedad.

    En Bitcoin, decir que uno tiene “1 BTC” es tan impreciso como decir que uno posee “1 grado centígrado”. En realidad, lo que se tiene es un activo cuyo valor está medido en bitcoin, así como un objeto puede tener una masa de 1 kilogramo o una distancia de 1 kilómetro. Esta distinción, común en física y metrología (Michell, 1999), es esencial para comprender correctamente Bitcoin.

    Bitcoin —en su capa base— no proporciona a los usuarios "monedas" como entidades discretas que se intercambian, sino que gestiona un libro contable global donde se registran UTXOs. El bitcoin o satoshi es simplemente la unidad que permite medir cuánto valen esos UTXOs.

    Qué es lo que realmente se posee: los UTXOs

    Bitcoin es, fundamentalmente, una base de datos descentralizada que almacena UTXOs. Cada UTXO es un fragmento indivisible de una transacción anterior que aún no ha sido gastado, y que solo puede ser movido por quien tenga la clave privada correspondiente.

    Los UTXOs tienen tres características esenciales:

      Son únicos: cada uno tiene una identificación específica y no se repite.

      Tienen un valor cuantificable en satoshis (la unidad mínima de Bitcoin).

      Están protegidos criptográficamente, y su gasto requiere una firma válida.

    Por tanto, cuando se dice que alguien “tiene bitcoin”, en realidad controla uno o varios UTXOs con distintos valores. Estos pueden sumar, por ejemplo, el equivalente a 1 BTC, pero no constituyen una "moneda de un bitcoin" como tal.

    El mito de los “saldos”

    Una de las confusiones más comunes sobre el funcionamiento interno de Bitcoin proviene del modo en que la mayoría de las billeteras (wallets) presentan la información al usuario. Habitualmente, se muestra un saldo total, similar al que aparece en una cuenta bancaria. Esta representación visual genera la falsa impresión de que existe un “saldo consolidado” almacenado en algún lugar del sistema.

    En realidad, ese saldo no existe como una única entidad. Lo que la billetera hace es sumar todos los UTXOs controlados por la clave privada asociada y mostrar el total en una cifra única, con el objetivo de facilitar la comprensión y la experiencia de usuario (Narayanan et al., 2016). Sin embargo, bajo esa cifra puede haber fragmentos independientes de valor, cada uno con su propio tamaño, origen y dirección pública de entrada.

    Esta diferencia es esencial para entender Bitcoin como sistema contable inmutable basado en entradas y salidas (outputs), y no en balances. Existen herramientas como Sparrow Wallet que permiten visualizar y gestionar de forma explícita estos UTXOs mediante funciones conocidas como coin control, lo cual ofrece mayor privacidad, eficiencia y control operativo. En cambio, muchas billeteras simplificadas ocultan esta estructura real, reforzando así el mito de que se tiene “un saldo” y no una colección de UTXOs con diferentes tamaños, todos expresados en bitcoin o satoshis.

    El origen y la fragmentación de los UTXOs

    Cada bloque minado en la red Bitcoin genera una transacción especial llamada coinbase, que otorga al minero una recompensa en forma de un UTXO nuevo. Esta salida inicial puede contener, por ejemplo, 3.125 BTC (según el halving actual en 2025).

    Al gastarse ese UTXO, se divide en nuevas salidas (outputs), generando otros UTXOs más pequeños de todo tipo. La fragmentación no tiene por qué ser con números redondos o exactos, puede ser totalmente dispar. Este proceso ocurre una y otra vez a lo largo del tiempo, generando una red compleja de fragmentos de valor que se pueden gastar por unas claves a otras.

    Así, los bitcoins no "circulan". Lo que cambia de propietario son fragmentos de propiedad digital entendidos como UTXOs y medidos en bitcoin, que se fragmentan y recomponen según la lógica de inputs y outputs de las transacciones.

    Epistemología de la posesión en sistemas contables

    Desde una perspectiva epistemológica, poseer implica control verificable y excluyente sobre un recurso o activo (Honoré, 1961). En Bitcoin, este control se materializa mediante las claves privadas que permiten firmar el cambio de propiedad de un UTXO específico.

    Pero bitcoin no es el recurso en sí. Es la escala que usamos para comparar el tamaño, peso o valor de los UTXOs, igual que los grados comparan temperaturas o los kilómetros, distancias. La falta de comprensión de esta estructura ha llevado a confundir el medio con el objeto medido, una distorsión analizada por Bridgman (1927) en su crítica al pensamiento no operacional.

    UTXOs como pepitas de oro

    Una analogía útil —aunque imperfecta— para entender mejor la estructura de Bitcoin es la comparación con el oro físico. En este paralelismo, los UTXOs serían como fragmentos, pepitas o lingotes de oro, y los satoshis (o bitcoins) serían el sistema de medida que usamos para conocer su peso.

    Así como no se posee “un gramo”, sino una pepita de oro que pesa un gramo, en Bitcoin no se posee “un bitcoin”, sino un UTXO que pesa 1 bitcoin, es decir, que contiene un valor medido en esa unidad.

    Por ejemplo, un lingote estándar de oro de 400 onzas troy (aproximadamente 12,4 kg) se podría comparar con un UTXO de 1 BTC, grande, indivisible a simple vista, pero divisible en UTXOs de distintos pesos/cantidades si se desea realizar transacciones más pequeñas. De igual forma, se pueden tener varias pepitas pequeñas —con pesos variables en gramos— del mismo modo que se pueden controlar múltiples UTXOs con valores distintos en satoshis.

    Esta analogía permite visualizar que bitcoin no es el activo en sí, sino la escala de medida del valor que contienen los UTXOs, igual que los gramos no son el oro, sino su forma de cuantificación.

    Conclusión: una nueva mirada a bitcoin como activo

    Comprender que bitcoin es una unidad de medida y no un objeto cambia por completo nuestra relación con esta tecnología y su concepción como activo.

    No se trata de tener bitcoins como si fueran pepitas de oro digitales, sino de controlar fragmentos contables del sistema más resistente e inmutable que ha creado el ser humano.

    Bitcoin no se posee. Se utiliza para medir la cantidad de soberanía financiera que uno tiene sobre un conjunto de UTXOs en el sistema más resistente e inmutable que ha creado el ser humano. Y eso, paradójicamente, es aún más poderoso.

    Agradecimiento

    Gracias a Eugenio (@E_moonwatcher) de Bitcoin Jungle Costa Rica por la inspiración y las reflexiones juntos, sobre este asunto.

    Referencias

      Antonopoulos, A. M. (2017). Mastering Bitcoin: Unlocking digital cryptocurrencies. O’Reilly Media.

      Böhme, R., Christin, N., Edelman, B., & Moore, T. (2015). Bitcoin: Economics, technology, and governance. Journal of Economic Perspectives, 29(2), 213–238. https://doi.org/10.1257/jep.29.2.213

      Bridgman, P. W. (1927). The logic of modern physics. Macmillan.

      Feynman, R. P., Leighton, R. B., & Sands, M. (1963). The Feynman lectures on physics: Mainly mechanics, radiation, and heat. Addison-Wesley.

      Gervais, A., Karame, G. O., Capkun, V., & Capkun, S. (2016). On the security and performance of proof of work blockchains. Proceedings of the 2016 ACM SIGSAC Conference on Computer and Communications Security, 3–16. https://doi.org/10.1145/2976749.2978341

      Honoré, A. M. (1961). Ownership. In A. G. Guest (Ed.), Oxford essays in jurisprudence (pp. 107–147). Oxford University Press.

      Lessig, L. (1999). Code and other laws of cyberspace. Basic Books.

      Michell, J. (1999). Measurement in psychology: A critical history of a methodological concept. Cambridge University Press.

      Narayanan, A., Bonneau, J., Felten, E., Miller, A., & Goldfeder, S. (2016). Bitcoin and cryptocurrency technologies: A comprehensive introduction. Princeton University Press.

      Wittgenstein, L. (1953). Philosophical investigations. Blackwell.

    Acerca del autor

    Si quieres conocer más acerca de Adrián Bernabéu:

    X: https://twitter.com/BernabeuAdrian

      Podcast Bitcoinismo: https://www.youtube.com/@bitcoinismo

      Documental INCONFISCABLE: https://youtu.be/j7aDrASitxc

      BITCOINISMO en Value School: https://youtu.be/uSe1zjHG90E?si=DH9TYmuuFwGuW3Q5